Ready Player One es una película de acción y ciencia ficción producida y dirigida por Steven Spielberg y escrita por Zak Penn y Ernest Cline. Spielberg, con todo el poder de la Wagner en la misma “O” de Hollywood, no traduce la novela sino que la hace explotar en mazazos existenciales más que en efectos especiales. No sabemos qué es lo real y lo virtual, la sala se estremece con explosiones, bramidos de bestias apocalípticas, puentes que se derriten, ciudades que explotan como piñata disparando challas y chispas, butacas que tiemblan con el estremecimiento del megasurround mientras las cabritas vuelan por el piso. No es una ducha de estímulos, es una cascada que se desploma por sobre nuestras delicadas neuronas sin respeto alguno, el martillo y el yunque de los tímpanos vibran al unísono de la realidad trans poniendo a dura prueba los bastoncillos del nervio óptico. Los subtítulos se confunden con la partusa de imágenes que se atropellan por aparecer en la pantalla 3D. Aplastados po